El oficialismo no logró llegar a un acuerdo con los senadores díscolos del radicalismo y las fuerzas provinciales y no tuvo otra que resignarse a pasar su Ley Bases a un cuarto intermedio hasta la semana que viene.
El oficialismo sigue sin conformar a la oposición que rotulan como “dialoguista”, que le exigen cambios al proyecto de ley Bases en el Senado.
Martín Lousteau, Pablo Blanco, Guadalupe Tagliaferri y Edgardo Kueider no confían en el gobierno y sostuvieron que, hasta no tener una devolución política a sus reclamos, no firmarían nada.
Otros que también solicitaron cambios fueron los senadores de Unidad Federal Edgardo Kueider y Alejandra Vigo y de Juntos por Chubut Edith Terenzi.
Solicitaron entre otros puntos a cambiar o modificar de la Ley Bases, la protección de los organismos de cultura y educación y ciencia y tecnología de la posibilidad de que el Ejecutivo los intervenga o cambie sus funciones, quitar de su eliminación el Banco Nacional de Datos Genéticos y el Banco Nacional de Datos y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y reparos en la posible privatización de Correo Argentino y Aerolineas Argentinas.
Zimmerman, por su parte, planteó que se si se privatiza la aerolínea de bandera, que se garantice la continuidad de rutas sean o no deficitarias. Dato a recordar: los senadores patagónicos coinciden en proteger Aerolineas, Correo Argentino y Radio Nacional y Televisón Pública.
Kueider, por ejemplo, pidió una veintena de cambios, incluyendo la eliminación del RIGI para su tratamiento como un proyecto aparte. Lo mismo solicitó para la modificación de la Ley de Procedimiento Administrativo.
En tanto, Lousteau puso sobre la mesa el tratamiento de otros temas “No podemos no incluir la recuperación de haberes jubilatorios, la actualización del financiamiento universitario o un plan de educación. No podemos no incluir la finalización de obra pública que tiene el 90% de avance y que se va a echar a perder”
Se plantearon modificaciones en el RIGI e incluir un artículo de defensa a la producción local (frente a la apertura de importaciones) y exigir que un 20 por ciento de las ganancias de las empresas extranjeras que se sumaran al régimen se volcasen a proyectos sectoriales de la región.
Los pedidos de cambios fueron acumulándose a lo largo de la jornada y se pasó a un cuarto intermedio con las negociaciones empantanadas.