El Gobierno ve venir la contundencia que tendrá el paro general al que convocó la CGT y frente a eso empieza a desplegar un combo para tratar de contrarrestar el efecto de la medida de fuerza. La estrategia quedó expuesta al cabo de la habitual conferencia de Manuel Adorni, quien buscó deslegitimar la huelga y anunció medidas contra las organizaciones convocantes y aquellos que adhieran.
Además de repetir que el paro, al que llaman también las dos CTA, “no tiene una justificación aparente”, el vocero presidencial adelantó que a los estatales “que paren se les descontará (la jornada) de sus haberes”. “Quien no va a trabajar no cobra”, sentenció.
Adorni señaló también que al igual que en otras manifestaciones, “las organizaciones que participen de la marcha deberán afrontar los gastos que esto ocasione” y que “está abierta la línea 134 para denunciar extorsiones”.
En el marco de esa línea, también apuntó a exponer a los gremios del transporte, cuya adhesión a la huelga es clave y redundará en su efectividad. “6.593.000 personas mañana no van a tener a disposición el servicio esencial de transporte para ir a su trabajo”, remarcó
Luego, Adorni enumeró una serie de datos comparativos para reforzar la mirada crítica oficial sobre la medida de fuerza: “Desde el 10 de diciembre, nuestro Gobierno tuvo dos paros generales, dos de colectivos, dos de docentes, uno de trenes, uno de aeronaúticos y más de de 100 marchas e intentos de piquetes. Mientras que en cuatro años, el gobierno de Alberto Fernández, que terminó con 211% de inflación, 50% de pobres y 130 mil muertos (por COVID-19) bajo el lema ‘El Estado te cuida’, tuvo 0 paros”.