Vecinos y vecinas de la zona del pato preocupados por trabajos en zona que se incendió en los hechos ocurridos de manera “casual y natural” el pasado 2020. Desde hace muchos años que esos dichos y justificativos quedaron desacreditados. Hoy se sabe con un altísimo grado de certeza que el 99.9 % de los incendios se producen por la intervención humana.
En el segundo semestre del año pasado Córdoba ardió, al igual que gran parte de nuestro país. Las eternas sospechas de responsabilidades en los desarrollistas inmobiliarios y el descontrolado avance de las fronteras agropecuarias quedaron evidenciadas en la necesidad de una ley que pusiera límites a los desastres ecológico que sistemáticamente se producen año tras año.
Con las lluvias, que sin ser tan extraordinarias, produjeron nuevos desastres; otra vez el tema de los incendios deja al descubierto la ausencia de políticas ambientales de fondo. Como también el avance permanente del poder económico, incontrolable impactando negativamente sobre el paisaje, las economías regionales, la ciudadanía y los recursos no renovables para la actuales generaciones y las futuras.
Una importante cantidad de ciudadanos, luego de los últimos sucesos donde gran parte de la población decidió, contrariamente a los designios del gobierno, involucrarse temerariamente en la defensa del ambiente batallando contra el fuego en condiciones de muchísima inferioridad.
Vecinos que vieron desaparecer el paisaje en sus narices, hoy en sus mismas narices ven que las denuncias y advertencias hechas durante décadas por ambientalistas, hoy “casualmente parecen corroborarse” y con justa razón pegan el grito. Son las autoridades las que deben hacer que la ley se cumpla, como también generar acciones que impidan ese incumplimiento. Y si no fuese tal, posibilitar a la población los mecanismos que le aseguren con alto grado de certeza que no es lo que a las claras se ve. Sin golpes bajos ni amedrentamientos, con la verdad en las manos.
Las imágenes que acompañan esta información fueron enviadas por vecinos preocupados por la situación a nuestra mesa de redacción.
FUENTE BAMBACOOP