El 12 de junio de 1886, alguien lanzó una botella al mar con un mensaje y lo encontraron en el 2018, 132 años después.
Se supo que la botella fue lanzada desde el barco alemán “Paula” y era parte de un experimento del Observatorio Naval de Alemania que durante 69 años siguieron esta práctica para comprender las corrientes oceánicas y encontrar rutas más eficientes.